GENIO, MACEDONIO
Un paciente en
disminución (Macedonio Fernández)
El señor Ga había sido tan asiduo, tan dócil y prolongado
paciente del doctor Terapéutica que ahora ya era sólo un pie. Extirpados
sucesivamente los dientes, las amígdalas, el estómago, un riñón, un pulmón, el
bazo, el colon, ahora llegaba el valet del señor Ga a llamar al doctor
Terapéutica para que atendiera el pie del señor Ga, que lo mandaba llamar. El
doctor Terapéutica examinó detenidamente el pie y meneando con grave modo la
cabeza resolvió:
-Hay demasiado pie, con razón se siente mal: le trazaré el
corte necesario, a un cirujano.
Artificios
(Macedonio Fernández)
-Mujer, ¿cuánto te ha costado esta espumadera?
-1,90.
-¿Cómo, tanto? ¡Pero es una barbaridad!
-Sí; es que los agujeros están carísimos. Con esto de la
guerra se aprovechan de todo.
-¡Pues la hubieras comprado sin ellos!
-Pero entonces sería un cucharón y ya no serviría para
espumar.
-No importa; no hay que pagar de más. Son artificios del
mercado de agujeros.
Tres cocineros y un huevo frito
(Macedonio Fernández)
Hay tres
cocineros en un hotel; el primero llama al segundo y le dice: “Atiéndeme ese
huevo frito; debe ser así: no muy pasado, regular sal, sin vinagre”; pero a
este segundo viene su mujer a decir que le han robado la cartera, por lo que se
dirige al tercero: “Por favor, atiéndeme este huevo frito que me encargó
Nicolás y deber ser así y así” y parte a ver cómo le habían robado a su mujer.
Como el
primer cocinero no llega, el huevo está hecho y no se sabe a quién servirlo; se
le encarga entonces al mensajero llevarlo al mozo que lo pidió, previa
averiguación del caso; pero el mozo no aparece y el huevo en tanto se enfría y
marchita. Después de molestar con preguntas a todos los clientes del hotel se
da con el que había pedido el huevo frito. El cliente mira detenidamente,
saborea, compara con sus recuerdos y dice que en su vida ha comido un huevo
frito más delicioso, más perfectamente hecho.
Como el gran jefe de fiscalización de los
procedimientos culinarios llega a saber todo lo que había pasado y conoce los
encomios, resuelve: cambiar el nombre del hotel (pues el cliente se había
retirado haciéndole gran propaganda) llamándolo Hotel de los 3 Cocineros y 1
Huevo Frito, y estatuye en las reglas culinarias que todo huevo frito debe ser
en una tercera parte trabajado por un diferente cocinero.
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